y dejarlo caer como en una lluvia, de ideas,
quedarme con lo mínimo,
como el rastro por la mejilla que
deja cada lágrima tras su propia lluvia
voy a sacar todo fuera y ordenarlo,
deshacerme de lo que ya no me sirva,
aunque lo quiera, y mucho mejor si no
pondré en orden todos los papeles
en los que me escribo
y devolveré cada película (que me monto)
a su s̶e̶n̶t̶i̶m̶i̶e̶n̶t̶o̶ caja original,
no tocaré ningún recuerdo de las cajas que ponen frágil
-pero las confusiones e inseguridades se quedan en el felpudo de la entrada-
esos me los guardo donde nunca se puedan romper
voy a sacar todo de mí, hasta el agotamiento
dejar que mis adentros se acostumbren a la oscuridad como los ojos,
y volver a empezar, entrar como un relámpago,
cegarme,
limpiarme el polvo
con un soplo
-volver a empezar y seguir donde estaba-
elegir flor favorita, y película, libro, serie,
la lista de países a los que viajaría,
la comida que nunca me cansaría de comer,
el poeta al que recitar en voz alta a solas,
la estación del año en la que más disfrute de la playa,
el tono de luz que más me calme,
elegir la noche para todo, menos para dormir,
-volver a ser yo desde donde siempre lo he sido-
"no toques nada, por favor, ten cuidado
ahí hay cosas que rompen, sí, sí está
todo patas arriba, aún estoy en ello,
lleva su tiempo, ¿sabes?
perdón, no me he presentado (...) encantada
y dime, ¿tú estás de paso o vienes a revolucionarlo todo aún más?"
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