Si los otros,
los que llegan a deshoras
y se marchan
los que respiran, comen
y se acuestan
supieran que te quiero hasta la punta
del mediodía,
y que tú también me quieres,
y nos queremos,
no les dolería vernos tan cansados del amor,
tan agobiados,
en esas noches en que apagamos la luz,
para olvidarnos un poco.
y se marchan
los que respiran, comen
y se acuestan
supieran que te quiero hasta la punta
del mediodía,
y que tú también me quieres,
y nos queremos,
no les dolería vernos tan cansados del amor,
tan agobiados,
en esas noches en que apagamos la luz,
para olvidarnos un poco.
Rogelio Guedea
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