Callejones en la noche,
cruzar dolores,
para adorarte,
no me quedo indefensa,
pero...
a tu lado,
a tu calor.
A cortar silencio.
Las emociones a flor
de pupila.
Sin quererlo,
lo consiento.
Tranquilo, ya he aceptado
que la vida carece de
sentido, y que no
necesito más.
Si cierras los ojos
la eternidad se vuelve
instante.
Con los deseos contados.
Tal vez aquí se
acaba el universo.
Y que no necesito más.
No pongo puntos
finales
a lo -que sea- que escribo.
No podrás conmigo.
Sospecho de mis
ansias,
hundes tus huellas,
no sé qué de lo
efímero.
No a todo el mundo,
le presto mis noches.
Se me murió el olvido.
Rompe con mi frialdad.
Lo que hay entre
los huesos
y la piel.
Lo que importa.