El diluvio no es algo tan malo si lo explicas con que llovía cada vez que alguien mentía. Y acabó tronando. Como en un cajón de recuerdos, todo acaba explotando y se te viene encima.
Fallamos. Fallaste*. Fallé*. La gota que colmó el vaso, o en dicho caso, nunca mejor dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario