Miénteme más de lo que hablas.

Es pura inocencia. Y coincidencia. ¿O acaso crees que llegaste a ser tan feliz sin ayuda? Ahora te toca a ti, te doy una pista: prefiero estar bien con mentiras que mal con realidades.
Las mentiras son sueños, son imaginaciones, son pensamientos. Manipúlalos. Házmelo creer. Sonreír por mentiras es como saltar, unos segundos en el aire y recae.