Mi foto
Más inestable que el tritio. Más abstracta que Kandinsky.

3.24.2012

2 minutos de autodestrucción.

Page 84 of 366
Cada noche, antes de acostarme, me siento en el borde de la cama, donde quizás no tendrías que apoyar las piernas para sujetarme, pero tampoco me apetece temblar.  Apoyo los codos en mis rodillas y la cabeza sobre las palmas de mis manos y poco a poco, dejo que me invada... lo que sea. Un recuerdo, un pensamiento, un sentimiento. Y pienso qué ha pasado, qué me está pasando y qué va a pasar, cómo va a evolucionar. Dejo que mi cerebro se revolucione, que mi cabeza me duela como para explotar y que yo misma me siento mal. Un segundo, un minuto, tal vez dos. Pero no te doy más. Olvido todo en un par de minutos y, con la cabeza aún sobre mis manos y con aspecto de aborrecida, sonrío. Una sonrisa leve, como si un plan acabara de rondar tu mente, como si un buen recuerdo llegara a ti o como... una sonrisa desganada. Podría pensar que da igual, que ya pasó, que algo bueno me espera, pero me cuesta verlo. Mientras tanto, me vale con una habitación vacía, pocas ganas de pensar y una sonrisa que no sabe como formarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario