-¿Qué hora es? Mi reloj no funciona bien, en los minutos faltan las barras laterales, en vez de un 8 hay tres rallas horizontales. Y va 3 horas y 12 minutos atrasado...
+Mira mi reloj, que va bien.
A lo mejor tu reloj no tiene números, sino códigos, y que son los extraterrestres que intentan hablar contigo.
-Ojalá. Me gustaría poder huir de este mundo; a veces no lo aguanto.
Cuando era pequeño me pasaba las tardes mirando por la ventana de mi casa. Adoraba la lentitud de las nubes y lo pronto que se hacía de noche en invierno. Tenía un gato, ¿sabes? Era negro, pero un negro clarito. Me acompañaba a mirar por la ventana y, mientras estaba asomado a ésta, parecía gris, un gris pálido, como de fantasma. Pero todo eso se acabó, estoy intentando evadirme del mundo real, de los mayores; volver a ser pequeño y que una de las mejores compañías sea un gato.
Y no puedo. Mi sueño de pequeño era ver de qué color era el viento o pensar que los enamoradizos ojos verdes de mi gato podían parar el tiempo, y ahora sólo quiero que el animal lo consiga. Que pare el tiempo. Sólo para que yo observe junto a él el mundo exterior, sólo una vez más. Y creer que puedo volar, libre. Ir a otros lugares, andar sobre la luna, hacer amigos en Júpiter, pensar que la fantasía no se consigue sólo en la películas o en los libros.
El mundo se quedaba pequeño para mi, y ahora creo que me engulle. Me quiero ir lejos, empezar de nuevo.
+¿Y no me echarás de menos?
-¿Y yo he dicho que me vaya a ir sola?
P.D.: ¡Éstas fotos también son mías!
Ese es mi reloj (:
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